CRÓNICA SEMANA SANTA 2020

Se acaba una Semana Santa que recordaremos como la Semana Santa en la que no hizo estación de penitencia ninguna hermandad. El COVID-19 nos arrebató nuestra pasión y nuestra devoción hacia la Semana Santa, debiéndonos de quedarnos en casa.

A la hora de realizar esta crónica, nos preguntamos que cómo se hace una crónica sin nada que contar. Es muy duro relatar que se nos ha ido una Semana Santa sin haber podido disfrutarla, sin verla, sin saborearla. Solo queda esperar otro año para vivir nuestra semana de pasión. 

Fueron muchas las personas que se quedaron ansiosas de hacer estación de penitencia, no hay consuelo para aquellas personas que su vida es la Semana Santa, para aquellas personas que se tiran todo el año esperando estas fechas tan señaladas. Además, el COVID-19 se llevó con él la mayoría de actos cuaresmales. Este año, los cofrades, no pudimos disfrutar.

No fueron pocas las muestras de cariño de los devotos a sus hermandades, pues mucha gente quiso hacer una pequeña ofrenda a sus titulares. En las puertas de los templo sevillanos, se recogieron imágenes impactantes, se leyeron mensajes que rompen el corazón, y se llenaron de flores. Además, la policía sevillana quiso hacer un pequeño homenaje las hermandades, el día de su salida, llevaron un ramo de flores a las puertas de los templos, y con las sirenas de sus coches, pusieron a toda voz alguna que otra marcha. Gracias policía sevillana.
 

 

 

Se supone, que la gente no debería de salir de sus casas, y sin embargo, se vieron muchas ofrendas en la calle. Esto quiere decir que muchas personas se saltaron el confinamiento para ir a las iglesias, y se arriesgaron a que le pusieran una multa, ya que no es un motivo impuesto por el Gobierno para salir de casa. Por una parte, es una imprudencia, pero por otra parte, es un acto muy bonito lleno de sentimiento y amor hacia las hermandades.
 

 

 

Y no solo hubo ofrendas en las puertas de las iglesias, Sevilla y sus balcones se engalanaron para estas fechas como si nada estuviese pasando, y la procesión iba a transcurrir delante de sus fachadas. Y también, se oyeron marchas en los balcones, solos de corneta, saetas, la gente puso incienso en sus ventanas... Sevilla y su manera de afrontar los problemas, siempre en positivo, bravo. 

Y hay que darle las gracias a las hermandades, ya que muchas de ellas, hicieron un minuto a minuto de su recorrido por sus redes sociales.
 

 

 

 

*Imágenes proporcionadas por las hermandades.